sábado, 16 de abril de 2016

Ejercicio Low Cost entrenando en casa I. Aparatos de fitness de los que me he desprendido

Ejercicio Low Cost.  Entrenando en Casa.  Parte I






"Aparatos de fitness que dejé de usar"

En época de crisis la mayoría nos vemos obligados a recortar gastos, y uno de esos gastos en muchos casos, es el del gym.

Es curioso como de repente el running ha cogido tanto auge, un deporte extremadamente sencillo en su concepto, ya que básicamente consiste en calzarse adecuadamente y salir a correr a la calle.  Cada vez veo más runners, antes el paisaje estaba lleno de gente que se iba a andar y ahora en cambio los corredores están más presentes que los "andarines".

¿Por qué?  Correr no es muy caro, lo único que cuando ya el corredor llega a un nivel determinado, también necesita una mayor calidad en el calzado que utiliza para ello.  Por otro lado, correr es un deporte que al no tener un horario, como el gimnasio, no requiere buscarle hueco en tu día a día, corres cuando a tí te viene bien y no al revés.  

El viento en la cara, ponerte un reto y otro día otro, conocer a toda esa gente que también corre, son alicientes emocionales que se suman a la capacidad de vaciar nuestra mente este tipo de deporte tiene, cosa de agradecer cuando la crisis nos está afectando a todos de una u otra manera. 

Es como irse a andar, es superbarato y además te vas con amigas y te lo pasas pipa, a no ser claro está que vayas con una de esas que se paran para hacer énfasis y te tengas que parar a dos por tres para ver sus dramatizaciones.  Que sí, que te lo pasarás pipa pero no te contará como ejercicio.

También está el tener una bici e irte por ahí, y al igual que correr hay varios niveles y una vez le coges el gustillo y vas a más, las exigencias de vehículo van in crescendo.

A mí me parecen todas alternativas fantásticas, ya no por lo que representan para nuestra salud física y mental, sino también me parece estupendo que la situación económica la gente no suponga un impedimento para hacer ejercicio.

Me encantaría ir a correr y a andar... pero vivo en un lugar de montaña y soy alérgica.  Me gustaría ir al gym o al polideportivo, pero la verdad es que prefiero ahorrarme la pasta porque mi situación ahora mismo no es muy boyante que digamos.

Llevo años entrenando en casa, empecé por un síndrome premenstrual del copón y desde entonces no lo he dejado porque es lo único que atenúa los síntomas. Y por eso he pensado que os voy a contar un poco cómo ha sido mi experiencia con los chismes que venden para hacer ejercicio en casa.  En este primer post os voy a hablar de las cosas que he tenido pero que  ya no uso, o he vendido, o se han roto.

En primer lugar quiero dejar claro que soy una mujer normal,  como las que ves por la calle, quiero decir, no soy ni de lejos una chica de estas que hacen mucho ejercicio y cuelgan su vídeo en Youtube para ayudar a otras chicas a moldear su figura, ni tengo abdominales a los que hago fotos.  Yo seguramente soy más bien alguien como tú.

Bueno, voy a empezar:


CINTA DE CORRER.






 Las cintas de correr y de andar me parecen una maravilla, porque no lo veo tan aburrido como la bici y porque andar es algo que casi todo el mundo puede hacer.

Correr y andar al ritmo de la música es una actividad que me encanta y me gusta practicar.  Una cinta de correr es una excelente manera de moverse sin tener que preocuparse mucho de cómo se tiene que hacer.

Tuve una, pero la vendí.  ¿Por qué?  Hay mucha diferencia de una cinta de correr buena a una cinta de correr mala, sobre todo en el precio y una cinta de correr muy barata siempre va a ser muy ruidosa.  Yo encontré una al alcance de mi bolsillo en una tienda de segunda mano en Massalfassar.  Pero así como el precio me lo podía permitir, no era lo mismo con el ruido que realmente resultaba infernal.

Para mí entrenar sin música es no entrenar y el ruido que hacía la cinta, no sólo me impedía escuchar la música, sino que me tenía que poner los auriculares si quería oirla y, por si fuera poco, un vecino se quejaba del ruido de la polea.

Y es que, queridas, eso es porque las cintas de correr baratas se mueven por la fuerza que tú haces, y eso supone ruido y más ruido y si no quieres una cinta de correr que suene tanto, prepara pasta, y prueba siempre a ir hacerte con una de segunda mano porque al igual que la bici estática, hay mucha gente se la compra y luego no la usa.

Finalmente un día  la llevamos a Reciclarte en Puerto Sagunto.  ¿Que a lo mejor si hubiera sido una cinta de mayor calidad la habría usado más asiduamente?... pues puede ser pero a día de hoy la verdad es que ni me planteo ni ambiciono tener una, si me la regalaran pues diría que sí pero realmente ahora mismo yo diría que no la necesito.


Mi consejo:  antes de comprar una cinta escúchala y asegúrate de que la vecina de abajo no se va a quejar.



BICI ESTÁTICA DE TODA LA VIDA.





No conozco familia  de bien cuyo hogar no haya albergado una bici estática.  Yo he usado dos.

La primera la tenían mis padres en casa porque a mi padre le recomendaron hacer ejercicio.  Cuando me casé con mi exmarido me la llevé porque mi padre ya no la usaba pero cuando me divorcié se la dejé a mi ex porque yo tampoco me la quería ya llevar, pregunté a mi familia por si había algún interesado pero nadie la quiso.  Y allí se quedó.

Y es que hubo una época que cuando a un señor de una edad le detectaban diabetes, colesterol o algo así se compraban una bici estática porque como decía el anuncio, "quien mueve las piernas mueve el corazón".  Y en muchos hogares de España la gente se compraba una bici.

Cuando vine a vivir a casa de mi actual pareja, había otra bici estática más o menos como la de la foto que tenéis más arriba que venía en el lote con la casa y el hombre que había dentro.  La usé una temporada pero chica, no es lo mío. Ni con música ni sin música ni estando un ratito de pie ni estando otro ratito sentada, ni enfrente de la tele.... no pudo ser.  
Una de las cosas que menos me gustaba era la de hacer ejercicio sentada.  Tenía la sensación, quizás equivocada de  que no me estaba moviendo lo suficiente y que con cualquier otra cosa que hiciera de pie mi gasto energético sería mayor.

Por otro lado lo que me gusta es hacer ejercicio con música porque me marca el ritmo, y pedaleando me costaba seguirlo.

Entiendo que este tipo de bici (no hablo de las de spinning) pueda ir bien a gente a lo mejor más obesa o más mayor que yo a la que andar, correr, bailar le resulte complicado, pero vaya, que si se la compran y se aburren, de poco les va a servir, porque la clave está en que te guste.

¿Me hubiera ido mejor con una spinning?  Pues no sé,   la verdad es que vivo mejor sin cosas que ocupen tanto sitio y al igual que con la cinta de correr no es algo que ambicione tener ni que desee tener en la actualidad.

He de decir que en este caso no era como en el caso de la cinta de correr, era una bici que estaba bastante bien y era buena, sólida, no hacía mucho ruido, te medía las calorías y las pulsaciones... en fin, bastante apañada.

Mi consejo: Asegúrate que no hace mucho ruido, porque haberlas haylas; conozco a una persona que vive debajo de un señor jubilado que todas las mañanas se hace unos km para bajar el azúcar y está bastante harta del ruido de la bici. Así que mejor que te vayas a una tienda de segunda mano y  pruebes con una baratita y si ves que le coges el gusanillo, ya te puedes plantear adquirir otra mejor.  Ese fue precisamente el paradero de la que había en casa.

MÁQUINA DE MINI STEPPER




Al igual que la bici estática, cuando vine a vivir a casa de mi chico, el step ya estaba aquí, y lo estuve usando hasta que se estropeó.

Es un aparato que me gusta bastante por lo que ejercita las piernas y el culete, además regulándolo podia elegir si ese día quería hacerlo en modo "aeróbico" o ponerlo a tope de resistencia para hacer músculo.

Además, los efectos se notan bastante.  

Una de las cosas por las que me gustaba era porque me permitía acompañarme con música que marcara mi ritmo... y que no fuera ruidoso.

Cuando lo usaba no basaba todo mi entrenamiento en él. Ese es el único punto débil de este aparato,  que no lo veo para mantenerse en casa únicamente con él, necesitas complementarlo con algún otro tipo de ejercicio.  Lo alternaba con otro aeróbico, como la bici, correr, aerobic, danza... 

Mi consejo:  Es bastante más divertido que la bici, yo creo que tiene más aceptación entre las mujeres.   Si te encuentras alguno baratillo  puede estar bien.  Si tienes sitio, claro está. Es de las pocas cosas de esta lista que sí me gustaría tener pero creo que con el stepper que uso actualmente estaría haciendo dos ejercicios muy parecidos entre sí.



    SACO DE BOXEO HINCHABLE






    Pues sí, tuve uno.  La base la rellenabas con agua y lo de arriba ya lo hinchabas como las colchonetas y todo eso.

    Como ejercicio no estaba mal, pero cuando le metía alguna hostia muy fuerte se iba hacia el suelo y tenía que esperar mucho hasta que se volvía a levantar para poder meterle otra leche.

    Resulta divertido ver lo que puedes hacer en algo con un simple puñetado sin que ello tenga ninguna consecuencia.  Eso sí, se necesita un gran espacio libre alrededor porque al volcarse hacia los lados puedes tirar algo que esté dentro del radio de acción.

    Y volvemos a lo de siempre:  el ruido.   Cada vez que yo le pegaba un golpe el agua se movía del impacto, en definitiva y por describrilo de manera sencilla, cada golpe en el saco era como una ola dentro de la base,  y hacía un ruido tremento.

    Afortunadamente no me costó muy caro en Decahtlon, lo usaba de vez en cuando, sobre todo cuando necesitaba desahogarme (que para eso es perfecto) hasta que se estropició. Pero tampoco me agobié mucho ni pensé en reponerlo por lo mismo, ocupaba mucho para el uso que le estábamos dando.


    Mi consejo:  si vives en un piso y tienes gente debajo, no te lo compres a no ser que les quieras dar mucho por culo.  Yo lo veo más adecuado para una terraza en el exterior  para entretenerse uno en verano.  

    AB CIRCLE APARATO DE ABDOMINALES




    Este es un aparato que aparecía en Teletienda supercaro, pero un día una persona cercana y de confianza, los encontró por un precio irrisorio en el outlet de El Corte Ingles en Bonaire, llamó a casa y nos preguntó si lo queríamos y le dije que sí.

    Al principio si lo usé hasta 15 minutos al día, pero con el tiempo la lumbar que no es algo que tengo yo muy potente se me cargaba y a veces me emocionaba tanto que salía disparada. Sí sí, como lo oís.

      No lo podía usar más de cinco minutos sin tener consecuencias, y aunque esos 5 minutos sí los notaba efectivos, realmente me resultaba demasiado aparataje para tenerlo por medio.

    Y ahí está. en el garaje, lo tengo en venta en Wallapop.  Si alguien lo quiere  suyo es.

    ... y nada más, este ha sido el resumen de lo que ya no tengo y os espero en la próxima entrega:  Cosas que sí utilizo.