Ingredientes:
- Las
sobras (que eso de llamarles sobras habría que verlo) del puchero o
cocido
- Aceite,
sal, perejil, ajo, pimienta, sésamo u otros aderezos al gusto.
- Huevo
y pan rallado para empanar
- Aceite
de girasol para freir
Siempre
que iba al Toni Pizza en Puerto Sagunto y me pedía un kebab de esos tan inmensos y
buenos que preparan me quedaba con la curiosidad de probar el dichoso
“falafel” porque no tenía ni idea de lo que era.
Un
buen día busqué en internet en qué consistía ese plato y al ver
que contenía garbanzos como ingrediente principal pensé “esto he
de probarlo”. Y así fue. La última vez que fui a Tony me pedí
el falafel... y flipé en colores.
El
pasado domingo vino la hija de mi compañero con su novio y mi pareja
se curró un puchero fantástico. Como es costumbre, con el caldo
hicimos unos fideos y dispusimos la carne, las hortalizas y los
garbanzos en una bandeja en medio de la mesa para que cada uno se
sirviera lo que quisiera.
Con
lo que sobró, en un principio pensamos hacer “ropa vieja” pero
entonces vino a mi mente aquel falafel que tanto me gustó y se me
ocurrió que bien podría adaptarlo con los ingredientes sobrantes
del puchero valenciano. Al fin y al cabo “mediterráneos somos y
en el camino nos encontraremos”.
En
primer lugar desmenucé la carne de gallina, la “pilota” y la
metí en el vaso picador de la batidora con los garbanzos y algo de
la verdura sobrante. Para darle más sabor le incorporé ajo,
pimienta negra molida, perejil, semillas de sésamo, un poco de sal y
aceite de oliva virgen, que es el que le apaña un poco la textura
para que no se quede muy suelto.
Quedó
una masa con una textura fenomenal. La probé así en crudo y estaba
buenísima, realmente me la podría haber comido así, como si fuera
humus enriquecido con algo de carne.
A
continuación elaboré una especie de albóndigas, faena que no me
llevó casi tiempo debido a lo cómoda que resulta esta textura para
trabajar, nada que ver con las croquetas.
Luego
las pasé por huevo batido, cosa que hay que hacer rápido, porque si
no absorben la humedad y se quedan blandurrias y se deforman y
finalmente las pasé por pan rallado y las freí en aceite de
girasol. Luego lo puse con papel para que absorbiera el aceite. Por cierto, destacar que no absorben casi nada, afortunadamente.
Et voilà:
Et voilà:
En
las fotos podéis ver cómo lo hice, pero os tengo que pedir
disculpas porque empecé a hacerlas una vez tuve la masa elaborada y
no antes. También os pido disculpas porque cenamos algo tarde y no reflejé como nos lo comimos, utilizamos pan baguette y le metimos dentro las verduras y las salsas que suele llevar el kebab pero en vez de carne... este maravilloso falafel valenciano.
Espero
que os guste, mujercica$h.
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